Cuando pensamos en la decoración del salón lo primero que nos viene a la mente es el sofá. Luego pensamos en un mueble donde colocar la televisión. Y ya pasamos a centrarnos en la mesa de comedor. Por último, si queda espacio y presupuesto, empezamos a pensar en una mesa de centro. ¡Pensar así es un error! La mesa de centro es un mueble que, en muchas ocasiones, no recibe el interés que se merece. Sigue leyendo, que te vamos a explicar el porqué.
Mesas auxiliares y de centro: pequeñas pero poderosas
La mesa de centro o de café es un mueble que da mucho juego. Para Hogarterapia es una pieza fundamental en la decoración del salón. Además, puede convertirse en un lugar más de almacenaje. Incluso si la mesa no tiene cajones, se pueden añadir cajas o cestos debajo de ellas. Y no sólo se puede aprovechar la parte baja, también la superficie. Colocando pequeños objetos de decoración en bandejas o sueltos, darán un toque creativo y original a la habitación.
Por otro lado, están las mesas auxiliares, aún más pequeñas que las de centro. Generalmente, se asocian a los dormitorios y no se piensa mucho en ellas para el salón. Sin embargo son ideales para rellenar huecos, o para esas esquinas que quedan entre el sofá y el sillón. Ayudan a cerrar el espacio y soy muy útiles a la hora de tomar un café o un refresco; o también para dejar las revistas y los libros.
¿Que mesa va mejor con tu salón?
Con todos estos argumentos creemos que ya te hemos convencido para hacerte con una mesa de centro o una auxiliar. Así que te vamos a ayudar a elegir la más idónea para tu salón.
Estas mesas vienen bien tanto en espacios pequeños como en grandes. La altura de la mesa deberá ir acorde con la altura del sofá. No obstante, en salones más recogidos es mejor decantarse por una mesa de centro bajita y con patas delgadas. Así se consigue un ambiente más depurado y permite añadir otros elementos decorativos. La mesa de centro Eric proporcionará un toque nórdico, moderno y sencillo. Además, el tablero blanco creará una sensación de mayor amplitud y luminosidad.
Otra opción bastante creativa es la de colocar varias mesas con un estilo idéntico, pero en tamaños diferentes. Las mesas de centro Fabio-Nero son la mejor solución para un salón mediano, ya que se pueden usar juntas como una mesa de centro original o separadas, como mesitas auxiliares.
En los salones más espaciosos las posibilidades se hacen infinitas. Cuando tenemos un espacio amplio tendemos a decidirnos por comprar un sofá más grande. Las mesas más adecuadas en este caso serían las de forma rectangular alargada. Como la mesa de centro Steven que, además, tiene una balda en la parte inferior que multiplica las opciones de decoración. O el modelo Mattias, que combina perfectamente con la mesa auxiliar Andy.
Cada mesa con su pareja
Combinar la mesa de centro con una o dos mesas auxiliares del mismo estilo va a proporcionar equilibrio al salón. Por eso, te ofrecemos varios modelos a juego entre sí. Como los modelos Hugo y Nico, con un diseño novedoso y que, dependiendo del color que elijas, encaja tanto en el estilo nórdico como el industrial.
Otro ejemplo sería la mesa de centro Lucas y la mesita auxiliar Teo. Con el diseño de rejas de sus patas se nos ocurren muchas ideas creativas. Una de ellas es colocar una planta trepadora que se vaya enredando en la estructura tipo reja de la mesa auxiliar.
Y no todo se queda dentro de casa. Para el exterior también tenemos propuestas de mesas a juego. La mesa de centro Mauro y el modelo Leo son ideales para crear un rincón chill-out en la terraza. Incluso, en un momento dado, se podrían usar como asientos poniendo un cojín encima, a modo de taburete o puff.
Consejos extra para una decoración perfecta
1. Los jarrones y las flores son los elementos decorativos más básicos en las mesas de centro. Para una decoración más original pon una bandeja con piedras y velas.
2. Las piezas metálicas de colores cálidos como el cobre son tendencia. Una pequeña lámpara, un cenicero o estructuras geométricas quedarán genial tanto en la mesa de centro como en la auxiliar.
3. Las alfombras con colores y formas llamativas hacen contraste con las mesas más sencillas, convirtiendo el salón en un espacio moderno.
4. Si hay niños en casa, las mesas redondas son la mejor elección. Sin esquinas los golpes son menos peligrosos. Y además, quedan mejor con los sofás en “L”.
5. Los jarrones y otros objetos de cristal transparente o tintado aportan sencillez y modernidad a partes iguales.